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“Fed Up”: Brillante documental sobre los sucios secretos de la industria de la alimentación

Como este fin de semana va a ser lluvioso, que mejor que recomendaros Fed Up, un documental estrenado recientemente en los Estados Unidos que nos plantea la más que probable incidencia de la industria alimentaria y las administraciones en la obesidad y todos sus trastornos asociados.


Para un análisis y reflexión acerca del documental, os remito, de manera resumida, a lo que Juan Revenga expone de forma genial en su blog EL NUTRICIONISTA DE LA GENERAL:

¿Somos tan egoístas, ruines y desafectos como para dejar la solución de la obesidad en manos de las respectivas responsabilidades personales?

Pues eso es exactamente lo que la industria alimentaria promueve y lo que las administraciones jalean.


"...Resulta llamativo el contrastar que aunque el problema de la obesidad se venía barruntando desde mediados del siglo pasado, ha sido a partir de finales de la década de los años 70 cuando su progresión ha dado un salto cuantitativo, hacia arriba, importante. Precisamente cuando las administraciones sanitarias se han puesto manos a la obra “en serio” haciendo recomendaciones en un sentido u otro. Y lo ha hecho bajo unas presiones inauditas por parte de la industria alimentaria, la cual, cuando ha visto sus intereses peligrar, ha apretado como ella solo sabe hacer para que dichas recomendaciones y la forma que tienen de llevarse a cabo resulten lo más cómodas posible en atención a sus “valores”.


No soy de los que sostienen la opinión de que la industria alimentaria produce una serie de alimentos para enfermar a la población… Sin embargo, sus intereses, “el para qué” los produce (sin duda alguna para mejorar su balance de cuentas) comporta al mismo tiempo un grave menoscabo en la salud de los consumidores. Lo hace empezando con el mismo diseño de sus productos, con su embalaje, con los regalos promocionales, con su constante bombardeo de una publicidad malsana, con sus grupos de presión, con su omnipresente presencia en no importa casi qué entorno y así, en definitiva, dando pie a crear un ambiente obesogénico del que, para muchas personas, es francamente difícil evadirse.


Me cuesta encontrar en este documental algún aspecto criticable. Pese a su extensa duración, más de hora y media, todos los temas que aborda son de una importante relevancia y los toca de manera sublime, aportando los más contundentes argumentos y contando con las más expertas de las opiniones. Empezando por el principio cuando cuestiona abiertamente si es honesto el hecho de culpabilizar individualmente a las personas que padecen obesidad. Una explicación que a la industria alimentaria le viene muy requetebién.


De este modo, sostener que todo lo que hay que hacer es decir a la gente que coma menos y que haga más ejercicio resulta en la constatación de un grave problema de perspectiva. Digo de falta de perspectiva porque esto es lo que se viene diciendo a través de las recomendaciones “oficiales” desde hace prácticamente medio siglo… y el problema global más que atajarse, o al menos contenerse, sigue en aumento. Con este planteamientose hace descansar, sin duda alguna, la culpa en la persona implicada. No diré que las personas, individualmente, no está implicadas; pero desde luego, colectivamente, tiene pinta de que hay alguna razón general que dificulta o impide a esas personas alcanzar las metas a través de la solución propuesta. Con sinceridad, habida cuenta de la magnitud del problema creo que no se puede hacer descansar todo, ni tan siquiera la mayor parte de las causas del problema, en la responsabilidad individual.


Me ha gustado tanto que, el verlo, me ha llevado casi cuatro horas a la hora de parar y tomar notas o buscar más información en la red al respecto de los temas que aborda y los datos que aporta. De hecho pocos son los temas, por no decir ninguno, que no hayan sido ya tratados en este blog:

Empezando por la absurda estrategia de contar calorías, el tema de las calorías vacías, por no hablar de la desmadrada presencia del azúcar en nuestro entorno (en especial cuando está camuflado en alimentos “saludables”), el impacto de la diabetes en nuestro entorno, el papel de la publicidad malsana, el doble juego de la industria que nos quiere vender como saludables aquellos alimentos con peor perfil nutricional, los curiosos socios de la administración sanitaria para hacer frente, poblacionalmente hablando, al problema de la obesidad (en todas partes cuecen habas), el peso del coste económico de una dieta saludable vs otra menos saludable, la importancia de los menús escolares, la de la educación nutricional y culinaria en casa, lo de atar los perros con longanizasetcétera. El caso, es que además el documental cuenta con la participación de no pocas personalidades y expertos de primera línea que tienen mucho que decir… y lo dicen, sobre esta cuestión.


En definitiva se trata de un completísimo documental que deja una misma pelota en tres balcones diferentes al mismo tiempo: en el de las administraciones, en el de la industria y en el de los ciudadanos. Está claro que las circunstancias invitan a pensar que los tres actores implicados van a hacer cosas muy distintas. ..."

Os dejo a continuación el enlace al video con subtítulos en castellano que se encuentra en el canal YouTube, aunque como Juan Revenga, opino que no estará durante mucho tiempo. No podéis dejar de ver Fed Up, es imprescindible. Quizás el mejor documental que he visto sobre obesidad infantil.


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